Autora: Wataru Yoshizumi
Editorial: Planeta Cómic
Encuadernación: rústica sin solapas con sobrecubierta
ISBN: 978-84-16476-80-0
Nº de páginas: 176
Precio: 7,95€
Fecha de salida: 02/02/2015
Formato: 11,1x17,7 cm
Resumen del tomo anterior
En el tomo 2 de MBL conocemos más las razones de la complicada e incómoda situación que Ginta y Arimi llevan soportando durante tantos meses. Arimi quería irse a Londres a trabajar, era una gran oportunidad para ella, pero Ginta no estaba muy de acuerdo con que ella se fuera tan lejos durante tres años, él quería formar una familia en Japón. Por esa razón Arimi le dejó los papeles del divorcio a Ginta cuando se fue, no porque realmente quisiera separarse de él, sino porque no quería dejarlo atado a ella, pensaba que quizás su relación se había enfriado debido a las discusiones por este tema y quería darle libertad para que encontrara la felicidad que buscaba con otra persona. En cambio Ginta pensaba que Arimi se le había dejado los papeles porque DE VERDAD no quería estar con él. ¡Qué disparate! ¡Tres años de sufrimiento por un malentendido! Nunca entenderé por qué Ginta no fue a buscarla a Londres... en fin, el caso es que se reconcilian.
Por otro lado Rikka sigue muy confusa, no entiende por qué Saku siente lo que siente por ella y cada vez tiene más curiosidad por su hermano... Aunque también le encanta Aoi y más ahora que sabe que tiene una oportunidad con él porque su novia de toda la vida le ha dejado.
Y para terminar el resumen del tomo anterior no podemos olvidarnos del final del tomo, ese momento en el que Yû le pide matrimonio formalmente a Miki con un anillo. ¡Cuánto amor!
Reseña sin spoilers (fuertes)
En estas circunstancias empieza el tomo #3 de Marmalade Boy little.
Aparece en escena por primera vez Suzu Sakuma. ¿Os acordáis de ella? Claro que sí, la prima de Satoshi Miwa, la que trabaja como modelo e hizo el anuncio de perfume con Yû, aquella que admiraba la belleza de Meiko y que pensaba que Miki era infiel a Yû con Kei. (¡Qué telenovela, por favor!).
De mano de Suzu descubrimos que Miki y Yû ya han hecho el papeleo y ¡SE HAN CASADO! Pero claro, la señorita Sakuma no se conforma con eso, ella quiere que celebren un evento por todo lo alto e intentará convencer a Miki de que lo haga.
También aparece Kei Tsuchiya, que continúa con con su carrera de pianista y sorprendentemente aún sale con Suzu, a pesar de seguir con esa pose de tipo frío, impasible, cosa que a Suzu no le gusta un pelo; ella ni siquiera conoce sus verdaderos sentimientos, aunque en este tomo podremos descubrirlo un poquito más...
En cuanto a Rikka, parece que a su alrededor se avecina un duelo de titanes del que ella no tiene noticia. Aoi se da cuenta de que puede llegar a enamorarse de Rikka y le informa de sus intenciones a Saku, que ahora se ha convertido en su rival más directo. A Saku no parece importarle demasiado, se conforma con que Rikka sea feliz. Pero Sasamiya (cual Arimi en sus tiempos) permanece a la espera, buscando el momento adecuado para atacar y confesar a Saku sus sentimientos.
El dibujo y la edición
Igual que los tomos anteriores, la portada sigue manteniendo un diseño muy similar al de la japonesa, aunque con unos colores y tamaños un poco diferentes.
El dibujo de Wataru sigue siendo maravilloso, ya me voy acostumbrando más al dibujo de esta Wataru moderna, aunque eso no signifique que a veces eche en falta los trazos de la obra original.
Algunas personas en twitter se han quejado de que algunas viñetas sufren el llamado efecto Moiré (la verdad es que no tenía ni idea de esto) en el que las tramas del algunas viñetas se superponen haciendo efectos cuadriculados. Esperemos que en futuras reimpresiones lo corrijan.
Conclusión
Tengo que reconocer que el argumento me está gustando mucho. Es verdad que el hecho de que pueda existir una relación romántica entre Saku y Rikka recuerda mucho a la que vivieron Miki y Yû, pero al mismo tiempo es muy diferente, son más pequeños, han convivido toda la vida juntos, como hermanos, y además Rikka está completamente enamorada de otro chico.
Y luego además tenemos la contraparte adulta, en donde podemos seguir los enredos personales de aquellos personajes que nos enamoraron. ¡No puedo pedir más! Bueno sí, que no acabe pronto, que siga mucho tiempo más publicándose esta historia que tanto nos llena de nostalgia.
Los tomos me saben a poco.
Es un shojo manga que recomiendo, sobre todo para los que leyeron la obra original.
¡Nos leemos, marmaladers!
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